miércoles, 15 de noviembre de 2006

Bobby Donnell VS Ally McBeal

Antes, las series de la televisión eran “algo” más variadas. Que sin un bar, una farmacia, un periódico… Luego todo derivó en series juveniles de instituto. Que, por suerte, a mí me coincidieron con la edad del instituto y la del pavo también, así que pude seguirlas. Precisamente, la hora era justo a la que me sentaba a comer después de clase. Ahora, para poder ver algo entretenido y que no sean más series de médicos, forenses o policías, hay que pagar más canales… O recurrir a Internet.

Personalmente, creo que lo interesante de una serie es poder ver un capítulo a la semana (normalmente, para eso están pensadas), después de cenar. Un día de acuestas tarde y no acusas tanto el madrugón (otra cosa es la gente que ve todas las series que salen, ¡hasta tal punto que graban algunas para el fin de semana porque las echan el mismo día!). Además, así no te saturas. Pero, si recurres a Internet, acabas viendo una temporada de una serie en dos semanas y, probablemente, te empalagas… Hay series (o temporadas) que me han parecido malas, y quizá la razón de ello sea haberlas visto en demasiado poco tiempo.

¿Qué es lo que cuenta para que una serie sea una buena serie? (o mala…)

QUE NO SEA UNA PELÍCULA
El capítulo de la serie es una mini película. Hay una introducción, que a veces no es más que un “flash back” o, en otros casos, un adelanto del final.
Hay un nudo. No debe ser sumamente complicado. El capítulo tendrá una duración máxima de una hora, será interrumpido por publicidad (para quitar la mesa, para ir al baño…) o incluso no será escuchado. Hay un desenlace. Es muy importante que el desenlace se dé en el mismo capítulo. Los capítulos sin final defraudan mucho. Si no llevan “to be continued” debajo, además desconciertan.
QUE NO TENGAN DEMASIADAS CONTINUACIONES
Los capítulos dobles están bien de vez en cuando, pero tampoco se debe abusar de ellos. Uno o dos por temporada vienen bien.
QUE NO TENGAN ESPECIAL DE “HALLOWEEN”, DE “AÑO NUEVO”, DE “SEMANA SANTA”, DE “DÍA DE LOS ENAMORADOS”
No hay nada más desesperante que encontrar un capítulo vacío o capítulo comodín.
Los capítulos vacíos son preparados para fechas señaladas, que suelen coincidir con Halloween, Acción de Gracias o Navidad (ya que casi todas las series nos llegan de EE.UU.). En las nacionales, suele haber un capítulo de Navidad, pero no mucho más (que yo recuerde). Aún así, uno al año puede cansar, ya que nunca se adelanta nada de serie ni pasa nada interesante. Suele mostrarse a algún personaje lastimero que no tiene familia y lo pasa muy mal y los compañeros de trabajo/instituto/urgencias le invitan a su casa.
Pero los capítulos comodín son aún peores. Se graban cuatro escenas con dos de los personajes habituales (y normalmente, los menos simpáticos o populares) y el capítulo suele comenzar con “Recuerdo aquella ocasión, cuando Jimmy…” Entonces la imagen se hace nebulosa y aparecen imágenes de la primera temporada. Es entonces cuando rezas porque no hagan un capítulo recordatorio, de esos que graban un día cualquiera para ponerlo cuando los actores están de vacaciones o de baja, pero no apagas la tele… No, no la apagas y, efectivamente, es un capítulo recordatorio, comodín para los productores.
¿Y el capítulo bucle? Porque el capítulo vacío puede tener interés para algunas personas y, el comodín, puede recordar momentos graciosos. Pero el capítulo bucle sí que se da en las series de la categoría más baja. Eso sí que no tiene ni pies ni cabeza… Llegados a este punto, aconsejo ver “El día de la marmota” (o “Atrapado en el tiempo”, título oficial).

En definitiva, que hay y ha habido series para todos los gustos y las seguirá habiendo. Prefiero ver mi hora u hora y media semanal de tele que no mis tres horas de cine y al año que viene otras tres. Porque ahora es así como se hacen las películas, ¿no? Sí, y además nos quitan escenas, para vender DVDs… Otro motivo para no pagar 6€ de entrada, porque las nuevas pelis, ni con tres horas de duración, se entienden… En una serie lo único que no entiendes es lo que no quieren que entiendas… ¡Porque para eso es una serie de misterio!

“¿Por qué habrá titulado esta entrada con los nombres de Bobby Donnell y de Ally McBeal?”

Ahora, porque me apetece y creo que no lo he puesto en mi perfil, hablaré de mis series favoritas (¡e intentaré hacerlo sin recurrir a Internet para recordar nombres de personajes!):

“Blossom”
Una serie que seguía de pequeña (supongo que tendría once o doce años) sin falta. Me fascinaba Blossom, una chica simpática, sin complejos, inteligente y no demasiado guapa que hacía lo que quería. Nadie criticaba lo que hacía porque era una chica perfecta. La verdad es que ha sido siempre un modelo a seguir. Me encantaba también su hermano Anthony (aunque del que tenía los posters era de Joey), estaba casi enamorada de él.
"Se ha escrito un crimen"
Me encantaban los casos de la señora Fletcher. Era muy curioso que todo pasase en un mismo pueblo. Pero la señora Fletcher me parecía encantadora; con su gorrito de pescador, paseando con la bici, horneando un pastel o descubriendo al culpable de un asesinato. También la veía de pequeña.
“Matrimonio con hijos”
Esta serie la veía cuando me acordaba, porque sólo recuerdo que la echaban en La 2. No hablaré mucho de ella porque se merece una entrada completa. La familia Bundy me hacía reír como pocos me han hecho reír en televisión. Y sólo diré que la versión española no me ha decepcionado salvo por la hija y la música (como el “love and marriage, love and marriage, they go together like a horse and carriage” no hay nada).
“LOST”
Descubrimiento de hace un par de veranos que no me deja dormir por las noches. En este caso fue obligatorio recurrir a Internet. La Primera hizo un verdadero estropicio con esta serie (lo mismo que hace con toda serie que emite – salvo que se trate de una serie protagonizada por Ana Obregón…). Cambios de horario, emisión de capítulos salteados (dios mío, en una serie con un hilo como el de “LOST”, “24” o series de ese estilo – que no son por capítulos, vamos – eso es un crimen), etc. Sin contar con que, si una serie triunfa, es mejor no volver a emitirla. En fin. Resaltaré simplemente mi pasión por Jack, Jin y Sayid. En fin, otra serie que merece una entrada especial.
“Smallville”
Criticada por bastantes personas que conozco como “la serie del uni-cara”, Tom Welling, diré, superficial y justificadamente (porque es cierto) que el prota está de toma pan y moja antes de que se enfríe… En serio, otra de mis series preferidas. Las temporadas primera y segunda, fantásticas. Soy una fan de Superman (el héroe entre héroes, je, je), y cuando llegó esta serie tuve que verla. Me pareció increíble el enfoque de cómo un joven que se cree relativamente normal empieza a descubrir que tiene todo tipo de poderes, que no consisten sólo en correr mucho más que un coche o en levantar un tractor en vilo. Fue estupendo cómo descubrió Clark que podía producir calor con la mirada… ¡fue en pleno calentón adolescente! Bueno, en fin, que estamos acostumbrados a que los adolescentes tengan treinta años y a las historietas de amor que nos meten en este tipo de series. También me gustó la participación de Christopher Reeve en la serie. Lo que fue intragable fue que convirtieran a Clark en capitán de un equipo de fútbol americano, que nos metieran de ese modo a Lois Laine en la serie y que convirtieran a Lana en bruja… Por culpa de la cuarta temporada, se acabó esta serie para mí.
“Roma”
Impactante. El primer capítulo es absolutamente impactante. En las películas es difícil ver una imagen de cama realista (con gente sudando, por ejemplo, ¡¡o en la que se vea el culo de un hombre!!), pero en las series no es que sea difícil, es que es impensable. Llegados a este punto, recomiendo “La rosa púrpura de El Cairo”, de Woody Allen (“ahora es cuando hay un fundido en negro y hacemos el amor”). Bueno, pues en “Roma” no sé si eran dos imágenes de este tipo las que se veían en el primer capítulo. Aparte del libertinaje romano de acostarse y dejarse de acostar, las intrigas de los patricios y las escenas de guerra o del circo son muy interesantes. Si queréis ver a Marco Antonio en plena acción (o lo tonto que era), si queréis ver cómo un ex centurión le clava EL MANGO, ojo, de un hacha a un gladiador en la cabeza… Por Júpiter, ved esta serie.

Y creo que voy a parar porque los comentarios de series cada vez me están saliendo más largos.

“¡¡¿Por qué habrá titulado esta entrada con los nombres de Bobby Donnell y de Ally McBeal?!!”

Retomando lo que decía al principio, estamos saturados de médicos (“Urgencias”, “Hospital Central”, “Anatomía de Grey”, “House”), de forenses (“C.S.I.” en sus tres versiones, “En la mente del asesino” y “Bones”, aunque estas dos últimas no las he visto y probablemente esté metiendo la pata) y de policías (“Policías” y “El comisario”, pero sé que entre las extranjeras hay más – en este saco metería la de los bomberos, pero me pareció tan mala y el protagonista tan repulsivo que, bueno, mejor no sigo por aquí…).

¿Y de abogados? Puede que también.
Yo sólo conozco “El abogado” y “Ally McBeal”. Pero para mí sólo existe una: “EL ABOGADO”.

Es probable que estas series parezcan poco realistas (especialmente, “Ally McBeal”). Pero a las personas que no estamos familiarizadas con el mundo de los juicios más allá del programa “Veredicto” que en su día llevaba Ana Rosa Quintana, nos pueden llegar a parecer maravillosas (especialmente, “El abogado”).

Antes de seguir, haré un pequeño paréntesis.
Para los fans de “Ally McBeal”, que me perdonen, pero no soporto esta serie. Ya me costaba soportarla cuando no la veía y más me costó cuando vi los anuncios. Más me cuesta ahora que he visto dos capítulos. No es justo, lo sé, que juzgue una serie sólo por esto. Pero, dios mío, es que si comparo a Ally con Bobby… no hay color… Simplemente, pensad que todos tenemos cosas que no nos gustan (aunque yo me haya propuesto desde el principio no hablar en mi blog de lo que NO me gusta) y manías, que es lo que le tengo yo a la serie de “la lengua serpiente”.

He de decir que “El abogado” la vi en tele de pago antes que en la pública. Por suerte, ahora la echan en la pública (o la echaban, porque no me la he vuelto a encontrar).
En “El abogado”, los argumentos son lo bastante complicados e interesantes como para ver los capítulos. No te aburren, tienes que estar atento, pero tampoco te estresan (conozco a gente estresada por “Motivos personales”, otra serie cuya primera temporada estuvo muy bien).

Sobre los desenlaces, no siempre acaban los juicios en un mismo capítulo, pero siempre queda todo bastante atado y ves algún caso resuelto de principio a fin. Por otro lado, las vidas de los personajes son muy interesantes y crean un hilo conductor que no todas las series logran (algunas, la mayoría, se pasan, cuando realmente se suponía que ese no era el argumento principal de la serie).

Sobre los personajes, hay mucho que decir. Casi todos me gustan. Me encantan Bobby Donnell (Dylan McDermott), Elleonor Frutt (Camryn Manheim) y Helen Gamble (Lara Flynn Boyle).
Elleonor me encanta. Es un personaje que, si existiera, me gustaría contar entre mis amigos. Elleonor es amable, sincera y, por lo menos en español, claro, la voz es una delicia. Es de esas personas que siempre te gustaría que te ayudaran.
Sobre Bobby y Helen, me gustó mucho el “rollito pareja” que tenían durante una temporada. Luego Bobby se casó con Lindsay, personaje que no me gusta nada, qué le vamos a hacer… Me gusta mucho la fiscal, Helen Gamble, porque me siento bastante identificada. Es una persona seria, a veces un poco seca y, sobre todo, centrada. Le pega mucho ser la fiscal. Bobby es buena persona, serio… Y, bueno, la verdad es que ahora que lo pienso los personajes no sonríen demasiado. Quizá es porque la serie va sobre la realidad y no sobre pájaros alrededor de la cabeza, lenguas que serpentean y pantalones sin subir… Bueno, qué decir…
También me gusta mucho Eugene Young (Steve Harris).
Desgraciadamente, Jimmy Berluti (Michael Badaluccio) no me gusta demasiado, aunque su relación con la juez Roberta Kittersol también tuvo buenos capítulos.

Los mejores momentos de la serie (de lo poco que he visto, porque tampoco he visto la serie completa) han sido varios:

LA CENA DE BOBBY Y HELEN
En una cena en un restaurante, Helen le echa en cara a Bobby que sea tan estrecho… Han quedado ya varias veces y no hay indicios de que Bobby vaya a tomar la iniciativa. Fue un sermoncillo el que le echó Helen a Bobby, fue hasta divertido. La verdad es que Bobby es un poco puritano y paradito, pero ahí estaba Helen, para ponerle las pila.
LA JUEZ ROBERTA EN CASA DE BERLUTI
Para recuperar a Berluti después de haber dejado la relación, Roberta se coló en su piso y allí le esperó, desnuda, para sorprenderle y poder retomar lo que habían dejado. Desgraciadamente, él se dio cuenta de que alguien había entrado al piso y, en lugar de pasar, se fue a llamar a la policía. Cuando llegaron y tiraron la puerta abajo, se encontraron a la juez desnuda (no hace falta decir, que todo el mundo allí sabía quién era ella). Ella estaba totalmente avergonzada, pero lo cierto es que todos quedaron admirados de su cuerpazo a su edad.
EL JUICIO DE UN NEGRO QUE LLEVÓ EUGENE
Un hombre negro se vio envuelto en una pelea cuando intentó defender a dos chicos que estaban siendo cacheados en una tienda cara sólo por el hecho de ser negros. El de seguridad la tomó con él y, en un arrebato, le pegó un empujón y lo sacó de la tienda por la cristalera del escaparate. Su defensa la llevaban Bobby y Eugene. Las cosas iban relativamente bien hasta que les dijeron que el guarda de seguridad había muerto a causa del golpe y las heridas. La acusación hablaba de homicidio. Todo parecía perdido y a Bobby lo único que se le ocurrió fue recurrir a un antropólogo que aseguraba que estaba “científicamente probado que el hombre negro no podía evitar meterse en peleas cuando otros hombres negros estaban peleando”, y todo por “causas científicas que habrían de eximirle de culpa”. Fue muy interesante la reacción del acusado, la de Eugene y la de la fiscal (también negra). Lo mejor fue el alegato final de Eugene, en el que rechazó toda teoría racista, y con el que pudo ganar el juicio.
EL JUICIO DE LA PRIMA DE ELLEONOR
La prima de Elleonor pretendía demandar a la agencia de viajes que le había vendido su viaje de bodas. No recuerdo si por el mal tiempo o por algo por el estilo que, al fin y al cabo, te estropea el viaje pero no es culpa de la agencia ni del agente. Quería basar su argumento en que había visto truncado el motivo del viaje, que era poder “consumar el matrimonio” con su marido. Habían carecido de intimidad y el viaje había perdido “todo su interés”. Elleonor se negó en rotundo a defenderla, ya que difícilmente iba a ganar ese juicio. Más aún, con esos argumentos, porque llevaban de novios tres meses y, como su prima decía “claro que me he acostado antes con él”. La agente de viajes, pese a que su abogado tampoco lo veía aconsejable, quería ir a juicio… Cuando su prima le dijo que ella (supongo que por su peso) nunca entendería lo que opinaba del sexo, Elleanor le respondió con un contundente puñetazo en la cara que dio fin a cualquier discusión.
LOS CAPÍTULOS DE LA MONJA ASESINA
De esto no quiero desvelar nada, porque no tiene desperdicio. El título del capítulo es muy parecido a lo que he escrito, así que si alguien quiere empezar a ver "El abogado" puede buscar esto. Muy interesante por lo lioso que es y también por la relación entre Helen y Elleonor o la sangre fría de Helen... Muy bueno.

En “El abogado” nadie se llama “bizcochito”, a nadie se le olvida subirse los pantalones cuando sale del baño ni cogen casos absurdos sólo porque dan dinero. Y mucho menos se les saltan los ojos ni se les enrosca la lengua en las lámparas (esto último no lo he visto, pero seguro que en algún capítulo aparece). Es bastante chocante que “El abogado” sea, realmente, la secuela de “Ally McBeal”, ambas de David E. Kelley. Diez premios Emmy y tres Globos de Oro avalan a “El abogado”. Y, también, sus ocho temporadas frente a las cinco de “Ally McBeal”.

Si a alguien no le convence todo esto después de todo y le sigue gustando más Ally que Bobby, también podéis ver el "crossover"... Hubo un capítulo en el que ambos buffetes iban a trabajar juntos (creo que este capítulo aparece en "El abogado"), pero la cosa no acabó muy bien...





Artículo sobre El abogado en Wikipedia. ¿Problema? Está en francés… Pero no encuentro páginas buenas en inglés.
Wikipedia en español también tiene
un buen artículo, mejor que en francés.
En francés están los títulos de los capítulos de todas las temporadas.