jueves, 13 de agosto de 2009

Soy fan acérrima de La Terremoto de Alcorcón

Hace años, el vasto mundo de Internet nos presentó a mi hermana y a mí a la artistaza conocida como “La Terremoto de Alcorcón”.
Encontramos una canción titulada “Kylie Minogue Rural” y supusimos (acertadamente) que estábamos ante una parodia desternillante y un auténtico filón. Se había trastocado un poco el título, porque realmente se había rebautizado la canción “Can’t get you out of my head” como “Me estoy poniendo morá”.
Con frases tan memorables como “Era como Ally McBeal, la portada del Vogue yo fui”, nos lanzaríamos a buscar todo el repertorio de la Terremoto del que hubiese constancia en Internet. Y, así, encontraríamos otros hits como “Thriller”, verdaderamente hilarante.
Lástima que de su “Thriller” no haya ningún videoclip, porque el exitazo en enero de 2006 del “Tain gous bai, so’slouli” (transcripción libre), parodia del videoclip de gimnasio glamouroso de Madonna, fue imparable. Todo el mundo lo bailaba y cantaba, incluida yo en mi despedida de soltera (pajita en oreja, al más puro estilo “pinganillo cool”).

Sin embargo, nuestra búsqueda sobre la Terremoto como persona no tuvo tan buenos resultados. Si bien la red estaba inundada (e imagino que a partir del éxito de Madonna más) de sus canciones, no había demasiadas referencias a ella. Ni sobre su vida privada (que ya es más curiosidad que otra cosa) ni sobre su vida en el mundo del espectáculo.
Encontramos algún articulillo sobre ella y las Diabéticas Aceleradas, pero poco más.

Si por entonces yo ya era una fan declarada, poniendo sus canciones en fiestas de cumpleaños y barbacoas, para el regocijo general y las burlas de unos pocos ignorantes, hoy son una fan acérrima. Vaya, de las que llevarían camiseta y todo con la declaración.

Las versiones de las canciones siempre me han gustado, desde aquel programa presentado por Constantino Romero y titulado “La parodia nacional” (un programa bien hecho a base de participación del público y picardía, con ingenio y humor, porque se puede uno reír sin faltar y ser una persona de a pie sin tener que ser un don nadie con ínfulas de tertuliano).
Después me apuntaría al carro de “El informal”, antes de la pérdida de Capitán en el metro y del desparrame total de Miki Nadal, la vida de monologuista – actor – humorista de Flo y el estrellato de Patricia Conde como presentadora absoluta. Sin duda, mi parodia preferida era la de “Every breath you take” o “Vaca burra”.
Fabada, pollo y café / Menú tradicional / Que sueles tomar a eso de las seis / Para merendar

Ese nuevo festín / Con embutido y pan / Llegará a su fin y te oiré decir / Me paso al Biomanán / No te engañes más / Todo se acabó / Vas a reventar
Es curioso el tema de la canción sea el mismo que el de “Me estoy poniendo morá”:
Me estoy poniendo morá, de phoskitos, donnettes y de kit kats

Hace unos dos años, emitían en La 2 un programa que vi desde la primerísima emisión: D-Calle. Dicho programa era presentado por Cayetana Guillén Cuervo (también soy fan, le pese a quien le pese, igual que soy fan de su alter ego en Homo Zapping). Durante todo el programa, la Terremoto acompañaba a Caye (¿juego de palabras?), que la llamaba cariñosamente Terre.
El programa se presentó desde el principio como un programa de mujeres y para mujeres, también “visible” por hombres. Mi chico se sentaba conmigo en el sofacito de dos plazas a verlo los miércoles a las 23.00hrs. (creo recordar), hueco que ocuparían después los chanantes de Muchachada Nui. Sí, lo siento, también soy su ídolo (sic).
No tenía el gancho de Buenafuente (aunque a mí me enerve cada vez que le veo con su “no, no, no, no...”, negándose a los aplausos) ni tampoco el del Gran Wyoming, pero era curioso y habría tenido un gran futuro si hubiesen sabido moldear el formato y limar todos los detalles que hacían que el programa no terminase de cuajar.
Personalmente, me gustaba mucho Cayetana. Ha habido también detractores de cómo presentaba el programa, quizá porque la hemos visto ya muchos años en la butaca de Versión Española. Pero a mí me gustaba verla, tal como es: me parece una mujer seria pero que sabe reírse, aunque no a carcajadas. Un poco como yo. Ya quisiera (yo, claro, no ella...). Además, era un lujazo cómo la vestían cada noche: minivestidos y faldas globo muy actuales, con colores casi siempre lisos y llamativos. Después he leído una entrevista que le han hecho (creo que esta primavera), con reportaje fotográfico incluido y con un look desbordado y más que sugerente, muy al estilo de Marta Sánchez, y me ha encantado. Cada vez más como yo, en serio.
Pero vuelvo al programa y a la otra gran figura de las noches de D-Calle: la Terremoto.
Esta mujer, con su particular forma de vestir (ropa ceñida y extravagante), su pelo negro cardado, con cinta de color impactante o flor roja detrás de la oreja, imprimía su personalidad al programa. Antes del sospechoso cardado de Amy Winehouse (también soy fan), tuvimos el de la Terre y también el de Peggy Bundy (también soy fan).
Pero su personalidad no se queda sólo en el personaje y en sus canciones, sino en su forma de ser. Su desparpajo y su naturalidad. Muy buenos recuerdos me quedan de la entrevista que ella y Caye le hicieron a Gallardón (bastante más jugosa que la de Nacho Vidal, por cierto).
Porque el programa, aparte de otras secciones y otras colaboradoras que, lamentablemente, no recuerdo y creo que es porque no me gustaban tanto, tenía entrevista, reportaje de la Terre y debate.
De las entrevistas recuerdo sobre todo la de Gallardón y la de Estrella Morente. Y ya digo que la Terre le coló bastantes preguntas a Gallardón que no parecían preparadas. Tal vez sugeridas, pero no preparadas. No era como esas entrevistas donde todos se tiran los platos a la cabeza y luego se descubre que era todo un amaño (a veces se descubre hasta mientras se está viendo). Pero aquí no se tiraban platos a la cabeza ni se insultaba nadie. Vaya, un programa normal e inteligente.
Y la otra sección que me encantaba era la del reportaje de la Terre. Los que más recuerdo son, en este caso, los que hizo en Bilbao y Marbella. El de Marbella fue de sobresaliente, con la Terre paseando por Marbella con unas gafas de sol y una pose pantojil bien dignas.

Desafortunadamente, también había cosas en el programa que no me gustaban.
La primera de ellas, la música. Música en directo con guitarristas y cantantes femeninas, pero no de mi gusto. Muy buena idea pero quizá un estilo musical desacertado. El estilo es tan válido como cualquier otro y yo no tengo buen oído, de modo que no lo puedo criticar de esta forma, pero creo que era demasiado especial para un programa que empieza y más cuando se oyen canciones al principio, al final, entre secciones, antes y después del intermedio... Vaya, que si alguien está de zapping por La 2 rara vez se queda a ver un programa con esa música porque creerá que es un concierto o un especial sobre un grupo determinado. No parecía “música de programa”. Pero, bueno, salvemos que aquí entran los gustos personales.
Desgraciadamente, la segunda (y última) cosa del programa que no me gustaba era mucho peor: la tertulia. Donde podía haberse hecho algo serio, con sentido y con resultado y no se hizo. Las tertulias políticas de la mañana suelen ser aburridas y no ya por el tema, sino porque los tertulianos salen repantingados en sus sillones, hablando lentamente y con voz ronca, como si no hubiesen terminado de despertarse. Pero la tertulia de D-Calle no aportaba nada nuevo, salvo una señora que parecía estar en contra de todo y que era tremendamente extremista. Perdón por no recordar el nombre, pero ni recordarlo quiero. Las mujeres elegidas tenían opiniones demasiado extremas como para aceptar el debate: entiendo que quien debate debe tener una opinión firme, pero argumentativa. No la vi en los debates del programa.

Una verdadera lástima que no continuara el programa, pero me temo que sin el debido avance tampoco se podía hacer más.(El programa se emitía los jueves y comenzó en 2006. No duró muchos meses, pero lo disfruté mientras pude.
Así lo presentaba RTVE).

Yo, mientras tanto, seguiré las canciones de la Terremoto, que antes no tenía web propia.
Y, si puedo, iré a algún espectáculo suyo. Digo si puedo porque yo ando muy perdida en el mundo de “seguir agendas”.
Para leer algo de su boca,
aquí y aquí.


Esta entrada se la dedico a un amigo que opina que los bloggers, por definición, son (¿somos?) friquis. Y que opina, también, que los comentarios de los blogs son las mejores oportunidades para utilizar palabras como “recalcitrante” o “desarraigado”, entre otras. Yo añadiría “latrocinio” o “ignominia”.

Aprovecho también para darme cuenta (como si uno pudiese hacerlo conscientemente) de que soy fan de muchas cosas. Y de que, si fuese como otros, tendría camisetas de casi todo y no tendría con qué ir al trabajo...

Por último, dejo aquí una cita reveladora de Mª Teresa Campos: “Ahora todo el mundo sabe hacer un chupa-chups de morcilla, pero nadie sabe hacer un cocido”.