sábado, 27 de febrero de 2010

Modificando muñequitas…

Si hace tiempo escribí sobre las muñecas Blythe, como bellezas envidiables y verdaderos objetos de la imaginación de los customizadores, lo que no podía imaginar es que yo acabaría adquiriendo alguna (ALGUNAS) de ellas.

Al poco de escribir la entrada, me encontré pujando por primera vez en e-bay.
Sí, mi móvil es del cretácico, sigue gustándome más escribir a mano que en el ordenador y no tengo ni idea de politonos, tarifas de móviles, twitter y tantas miles de cosas de las que la gente habla.
Pues, como decía, a falta de tiendas en España donde se vendan las muñecas Blythe (las venden algunos particulares que las traen de Japón, pero a unos precios más que estratosféricos), empecé a buscar en e-bay. Y encontré una muñequita peli-morada, ya customizada, por un precio bastante interesante. Había visto otra aún más barata (y peli-rosa de pelo rizado), pero se me metió en la cabeza que si era tan barata algún defecto debía de tener… Y, tras unas cuantas pujas, me invadió un miedo terrible cuando resulté ganadora de la subasta de la Prima Dolly Violettina customizada (las Prima Dolly son las Blythe de Takara más “baratas”, aunque en este mundo nada es barato y hasta las Prima Dolly empiezan a venderse por packs, limitadas, etc.). No sabía si hacía bien pagando una cantidad así por una “muñeca de plástico”; ¿me habrían engañado en e-bay? ¿sería un timo y la muñeca vendría hecha una calamidad?
Pues no señor. Cuando llegó mi Liselotte a casa y abrí la caja se disiparon todas mis dudas (a pesar del tremendo “clic” al cambiar sus ojos de color, que pensé que se me rompía la pobre…; luego me enteraría de que eso era completamente normal). Era una auténtica preciosidad, de labios gorditos y jugosos y pecas fucsias.

Pocos meses después me encontré de nuevo en e-bay, “por cotillear”. Pero para mi cumpleaños volví a pedir una muñeca, esta vez regalada, y un par de vestiditos. Me hizo mi niño sufrir bastante, hasta pensé que la Capuccino Chat (modelo limitado con ojos especiales en color burdeos y pelo champán) se habría perdido en su periplo desde Hong Kong a España. Pero mi lunes me encontré con la cama llena de sobres y paquetes con sellos diversos: China, Tailandia… ¡Ahí estaban mis regalitos!
Y cuando abrí la caja de la segunda nena, mi Geraldine, casi me da algo ya… Medias de rejilla, abrigo de piel… Una niña monísima.

Pero lo que realmente quería comentar aquí es que mi niño y yo nos atrevimos con ella, con Geraldine, porque por algo había elegido una muñeca RBL (con un molde de cabeza que se puede abrir sin demasiados problemas). Aunque me daba mucho miedo poder romperla, mi niño es muy cuidadoso e hizo el trabajo más duro: abrir la cabecita, desmontar el mecanismo de los ojos, cambiar el color de los iris despegando los antiguos y pegando los nuevos y también cambiar las pestañas. Yo me dediqué a limar la piel de la carita, para que los brillos desaparecieran, y luego la maquillé de nuevo los ojos, las mejillas y los labios.
Para evitar errores durante el proceso, hicimos muchas fotografías. La razón de ser de dichas fotos era poder volver a montar todos los mecanismos una vez terminada la muñeca, sin colocar nada “del revés”.
Ahora creo que esas fotos pueden ser de bastante utilidad para quien no sabe qué se va a encontrar cuando abre una muñeca.
Sin embargo, creo que el proceso se basa simplemente en tener paciencia, en no forzar las piezas cuando no dan de sí y en no pensar que en un momento va a estar todo hecho (aunque depende de lo que se quiera hacer con la muñeca). Lo más difícil es, a veces, encontrar información en español y, sobre todo, información de gente que, más que darse a conocer como customizador (que aquí hay un negocio tremendo, con customizadores de renombre más que merecido), lo que quiere es informar por informar, dando toda la información que sabe y no sólo un gancho.
Después de mucho buscar, se puede hacer un collage con todas las explicaciones contenidas en blogs, foros, etc. Por ejemplo, una vez terminada la customización de Geraldine, encontré en flickr una explicación en italiano de las partes internas de la cabecita de las muñecas, algo que habríamos agradecido antes de empezar…

Pero, sin más preámbulo, aquí explicaré cuál ha sido nuestra experiencia por si alguien que esté buscando información fuera de los lugares especializados llega a esta página.

Para abrir la cabecita de una RBL, lo primero que hay que hacer es desatornillas la parte posterior. Es más sencillo con un destornillador automático, sobre todo en el momento de volver a atornillar, para ejercer más fuerza.
Una vez fuera los tornillos, ejerciendo un poco de presión con los dedos índice y pulgar sobre las orejillas de la muñeca, se nota que las partes delantera y posterior se van separando pues en parte están unidas por un mecanismo de presión. Bastará con tirar con los dedos de la otra mano de las partes de la cabeza más cercanas al cuello para ir separando las dos piezas.

Hay que tener especial cuidado porque la parte superior de la cabeza, donde está el pelo, está unida a la carita, de modo que si se tira con demasiada fuerza podría romperse la unión (otro tornillo). Aquí se ve muy bien cómo están unidas las dos piezas y por dónde hay que ir con cuidado.

Una vez separada la cara, se puede empezar con el lijado. Al parecer, hay “esponjas mágicas” que sirven para matizar la cara sin gran riesgo de estropear la muñeca. Otra opción es matizar con un spray la cara, pero en este caso se conservará el maquillaje de fábrica de la muñeca (se puede quitar con alcohol, pero no siempre sale bien…). Y la tercera opción, que es la que yo utilicé, es lijar manualmente con una lija de agua.
Para este tercer método, utilicé alcohol, algodón y lijas de agua. Las lijas tienen que ser de una medida superior al 1000 (cuanto más alta es la medida, más fino es el grano de la lija y menos araña la superficie que se matiza). He leído que estas lijas se utilizan mojadas y que el resultado es mejor, pero yo lo intenté y me costó muchísimo; lo engorrinaba todo y preferí probar con la lija seca. Estas lijas son muy baratas (75 céntimos la hoja) y se pueden recortar trocitos pequeños manejables para ir lijando en círculos y muy despacito. Un poco de lija y después una pasada de algodón empapado en alcohol, porque al plástico se le adquieren con demasiada facilidad los restos de lija. Yo cometí el error (luego vi en los foros que es una barbaridad) de usar acetona cuando el alcohol no me servía, pero al parecer la acetona es corrosiva y se carga el plástico. Por suerte no la utilicé mucho y pude realizar un último lijado sobre las zonas de acetona y limpiar con alcohol. Por eso recomiendo ir limpiando a cada poquito, porque si se deja para el final habrá zonas grisáceas muy difíciles de limpiar.
En la primera foto se aprecia el acabado grisáceo del que hablo. Como luego iba a pintar los párpados, esta parte fue sobre todo una prueba para ver cómo se me daba el lijado. La cara quedó mejor, pero no tengo fotos del proceso. En esta foto se aprecia también la diferencia entre una superficie de fábrica y una superficie matizada.
Respecto al maquillaje, hay muchas técnicas. Pero las que utilicé yo fueron el pastel y el acrílico.
La sombra de ojos y las mejillas, con un algodón manchado con pastel. Es bastante sencillo, aunque hay que tener cuidado con la presión porque pueden quedar unas zonas más coloreadas que otras. Yo tuve que limpiar la sombra de ojos porque no me gustó nada el efecto que me quedó al principio…
Los párpados y los labios, con pintura acrílica. Con esta pintura se logran muchas tonalidades (yo sólo utilicé marrón, amarillo y blanco), pero la dificultad está en que el secado es muy rápido. Por ello, dos consejos: el primero, tener un pincel en agua cercano para retirar la pintura aplicada por error con mucha rapidez; el segundo, para dibujos que van a quedar tapados, hacer una ligera marca en lápiz para guiarse. Yo no lo hice en los párpados porque el motivo fue “sobre la marcha”, pero para un dibujo pensado es mejor no dejar mucho a la imaginación, que juega malas pasadas.

Otra parte muy interesante de la customización de la cara es el esculpido (lo que en todos los foros y webs llaman “carving”).
Me costó mucho encontrar el material necesario para hacerlo, pero finalmente, y tras varios viajes a la ferretería y consultas en Internet, lo que he utilizado (que creo que es lo que generalmente se utiliza) es un cutter de precisión (como el cutter normal, pero acabado en punta) y limas de aguja (son limas bastante finas; las hay para madera y hierro y, para plástico, nuestro vecino el ferretero nos recomendó mejor las de hierro).
Así que, ¡ojo! El cutter de precisión, por ser tan de precisión, donde marca marca de verdad. Y, si es en el dedo, pues mucho cuidado porque el corte puede ser tremendo. Por otro lado, un error de cálculo en la muñeca puede ser desastroso porque, salvo que vayamos a hacer una reproducción del Joker, poco vamos a poder disimularlo con pintura…
Respecto a las limas, son más fáciles de utilizar. No son tan agresivas y, aunque se va despacito, el resultado se controla mejor. Con las que acaban en punta se pueden hacer graciosos agujeros (como los que hice en la comisura de los labios de Geraldine). También se pueden utilizar para achinar los ojos (supongo que el cutter también, pero no me atreví…), para alargar los labios, para profundizar la hendidura entre labio superior e inferior, para esculpir hoyuelos, cejas, etc.
Hay múltiples posibilidades y es una cuestión de maña y mucha paciencia. En esta parte las prisas pueden acabar destrozando el aspecto final de la muñeca.

La última parte de mi humilde tutorial se refiere al cambio de los iris (chips) de los ojitos y al cambio de las pestañas. El mecanismo de los ojos esta metido a presión en la parte frontal de la cabeza; igualmente, con presión lo sacaremos (aunque hay que hacer bastante fuerza).
Si se van a cambiar todos los chips, lo más aconsejable es desmontar totalmente el mecanismo de los ojos para introducir los globos en agua muy caliente (bastará con un vaso de agua lleno de agua bien caliente del grifo). Luego será más fácil desprenderlos. Por lo que he leído, bastará con hacer un poquito de palanca para que salgan, aunque hay que tener en cuenta que están sujetos en el ojo por su forma de seta, así que tampoco se puede hacer demasiada palanca…
Si no se quieren quitar todos los chips, como era nuestro caso (¡no quería perder los burdeos!), está “el método del boli BIC”. Mucha gente compra barritas de silicona que no sé si son mejores pero, la verdad, con lo caro que es el tema de comprar las muñecas, las herramientas, los chips… Todo lo que me pudiese ahorrar mejor para mí. Así que lo que hicimos fue calentar un boli BIC (la parte exterior, se entiende) y pegarlo a los chips que queríamos quitar. Algunos ofrecerán bastante resistencia… Es importante que el BIC siga fundido cuando se pega al chip porque lo ideal es que el chip se pegue bien para que se pueda arrancar, pero al mismo tiempo hay que tener cuidado porque si el BIC cae sobre el globo ocular podría dañarlo.
Después bastará con pegar los nuevos chips en los ojos. Yo compré de los que tienen forma de setita, que encajan hasta el fondo, y también de los planos. Los planos son ideales para poner un fondo totalmente personal (desde un dibujo pintado a mano hasta pegatinas o papel de regalo).

Respecto a las pestañas, ahí sí que desmontamos más a fondo el mecanismo de los ojos porque era imposible quitarlas simplemente tirando. Así que utilizamos el método del agua caliente (¡funciona!) y luego fue pan comido desprender las pestañas con la ayuda de unas pinzas para la depilación de las cejas.
Y a ponerle las nuevas con un poquito de pegamento y siempre utilizando las pinzas. Yo elegí unas negras extralargas. Igualmente, para ahorrar un poco, las compré en el chino. Eran tamaño humano pero, cortando los dos extremos y conservando la parte central, que es la más recta, se los colocamos a Geraldine y le quedaron perfectos. Además, en los chinos, y más en Carnaval o en Halloween, hay una variedad en colores estupenda.

¡Se me olvidaba! ¿Y los “sleepy eyes”? Con esto, lo que se consigue es que la muñeca pueda mantener los ojos cerrados. Con el mecanismo de fábrica, al tirar de la cuerda y cambiar el color de los ojos, siempre vuelven a abrirse.
En este caso, lo que hay que hacer es quitar un muelle que hay dentro de la cabecita (tan sencillo como cortar con unos alicates, se puede ver en la segunda foto que he subido) y anudar un nuevo cordel al agujero que hay en el mecanismo de los ojos (se puede ver dicho agujero muy claramente en una de las fotos que he subido explicando el cambio de los chips).
Yo elegí dos lacitos en lugar de cuerdas, porque me parecían muy originales. Para los “pullrings” (que realmente son “anillos para tirar”, gracias a los que cambiamos el iris en cada momento), utilicé dos ciervecillos que me traje de Nara en uno de mis viajes. Unas gotas de loctite en los nudos de los lazos para que no se deshagan y ya está listo. Con una cuerda cambiaremos el color del ojo, que permanecerá cerrado, y con la otra haremos subir los párpados.

Después de todo esto, volver a montar la muñeca. Es verdaderamente recomendable fotografiar todos los pasos para luego poder desandarlos.


¿Nuestro nuevo reto? Una Blythe negra, que me tienen loca también. He conseguido un pelo rizado de locuela estupendo y esta vez va a ser una muñeca totalmente personalizada, nueva.
No obstante, estamos muy contentos con la nueva carita de Geraldine, que es muy personal y que, ahora que veo, después del tiempo, sus anteriores fotos, me doy cuenta de que es totalmente diferente.

Por último, las páginas que yo he utilizado, por los tutoriales, los consejos, los ejemplos… Y también para comprar.
Por el momento, he comprado eye chips en Cool Cat. Los precios son mejores que en e-bay, aunque en e-bay a veces hay joyas customizadas que son un verdadero lujo. Los pedidos de Cool Cat me han tardado unos quince días. Tienen todo tipo de material.
También he comprado en Goody Blythe, pero esta vez fue una peluca. La gané en una puja de e-bay y me salió mejor que en la tienda, pero por lo general los precios son similares. Hay muchísima variedad en pelucas, aunque también venden otros productos.
Otra cosa que he comprado ha sido el spray Mr. Super Clear. En todos los foros hablan de él y no he conseguido encontrar otro más barato ni más fácil de conseguir, así que al final probé en Les Golfes y ellos me lo enviaron. Sin embargo, sigo pensando que no puede ser el único producto en el mercado que sirva para matizar y para fijar el maquillaje. He peregrinado por ciento y una tiendas de maquetas y manualidades de Madrid y me han dado otras ciento y una opciones, pero no quería estropear mi muñeca y al final compré el famoso spray del que tanto se habla…
Y, por supuesto, está e-bay, aunque recomiendo hacer muchas búsquedas y echar un vistazo a los precios que hay en los blogs y foros para hacerse una idea de lo que es caro y lo que no lo es.
Y luego, webs de gente que se dedica a esto y que explica en qué consiste la customización, hay muchas. Pero voy a destacar varias:
* La web más completa que he encontrado hasta ahora ha sido la de Puchi Collective, aunque está en inglés. Tienen patrones para ropa (como los pantalones que lleva Geraldine en la última foto, aunque no se vean nada…).
* La web de Mimoko. Nos ofrece tutoriales bastante buenos y tiene una plantilla de iris especiales para ojitos planos.
* La web de Pícara, Roguedolls, es un ejemplo de las virguerías que se pueden hacer con las Blythe. Y, lógicamente, cuanto más especial es la muñeca, más cuesta; sólo hay que ver los precios que alcanzan sus customizaciones en e-bay.
* La web de Erregiro, otro de mis preferidos, es también una auténtica maravilla. Nunca he visto subastas suyas en e-bay, supongo que trabajará por encargo. Pero no hay que perderle de vista porque tiene auténticas preciosidades.
* Y la que también customiza por encargo es la dueña de La Boutique de Lupi, que no se dedica sólo a la customización, sino también al patronaje. Tiene vestidos monísimos pero se agotan en seguida…

jueves, 11 de febrero de 2010

Marcianitos azules

Que conste que para mí “Avatar” es una película que ha aprobado. Y ha aprobado con un bien alto que puede optar a notable si se aplica (es decir, que donde cojea hay arreglo, y más si van a hacer una segunda parte).
Pero eso tampoco significa que vaya a estar entre mis películas preferidas.

>> Argumentos en contra

1) ¿Película comercial o “blockbuster”?
Según he leído en internet, hay opiniones para todos los gustos de lo que significa el término “
blockbuster”. Por lo que he visto en inglés, este término en un principio simplemente se refería a la recaudación de una película, es decir, a su éxito comercial (por ello, películas como “Ben-Hur” se consideraban “blockbuster”).
Sin embargo, por lo que yo tenía entendido hasta este momento, esta palabra tiene otras connotaciones bastante negativas, y es que así es como ha ido evolucionando el término (esto, por supuesto, es matizable). Por ejemplo, se habla de “blockbuster” cuando se trata de una película creada específicamente para convertirse en taquillazo, sin importar la calidad final de la obra o su complejidad. Cierto que el cine no es sólo cine de denuncia ni cine histórico, sino que también es ocio, pero hay una diferencia entre tomar una cerveza en un pub con buena música y tomar un mini de calimocho en la calle, ¿no es así?
Está claro que “Avatar” no pretende dejar de lado la parte artístico, pero también hay que decir que ese parte artística a veces se transforma en una mera finalidad estética y no resulta de ello un producto de calidad global. En unas partes hay calidad, pero en otras no la hay, adoleciendo la película de una simplicidad pasmosa cuando lanza muchas ideas en las que se podría profundizar (pero, efectivamente, no es ese tipo de película, sino una película bastante comercial, en la que profundizar no es el asunto).
Así que el dinerete que nos hemos ido dejando en la taquilla puede ser para agradecer un trabajo bien hecho o para responder a un reclamo publicitario como pocos había visto en los últimos tiempos. O hay un poquito de las dos cosas...

2) Calcos de películas. Momentos “
Parque Jurásico” y “Pocahontas”.
Si fuese cinéfila, encontraría más paralelismos, pero no lo soy.
Eso sí, como fan hasta la médula que soy de la saga de “Parque Jurásico”, hubo una escena que sentí como plagio absoluto (aunque es cierto que se trata de una gracieta bastante recurrente en muchas películas dirigidas al público infantil y también en la televisión). Me refiero a cuando Jake Sully (
Sam Worthington) se enfrenta a uno de los tantos animales que pueblan el planeta Pandora y Neytiri (Zoe Saldaña) le insta a desafiarle con rugidos; Jake cree haber asustado al animal y se está jactando de ello cuando se da cuenta de que tiene detrás un animal mucho más grande al que ahora va a tener que esquivar (igual que pasaba con los velociraptor y el tiranosaurio rex).
Respecto a “Pocahontas”, el parecido es tal que sólo faltan las canciones (en lugar del mapache, tenemos al animal volador - ¿
banshee? -).
Cuando Neytiri enseña a Jake el valor de la tierra, de los seres vivos y de la conexión que los Na’vi tienen con ellos, podría cantarle: “¿Has oído al banshee aullarle a la luna azul? ¿Has visto a un direhorse sonreír?” La lluvia de semillas del árbol sagrado (un momento precioso, por cierto), podría compararse con las ráfagas de hojas que aparecen en la película Pocahontas cuando ésta le enseña a John Smith el mensaje de su tierra y el respeto por el entorno en que se vive.
Es cierto que los niños de ahora no han crecido con “Pocahontas” y esto no les va a incomodar, pero a mí sí que me parece un poco reprochable que no hayan encontrado otra forma de enseñar al militar patán que sólo hay un planeta (en este caso, más aún, porque no se sabe si la Tierra se ha convertido ya en un lugar inhóspito y hay que colonizar Pandora – quizá es un buen argumento para la segunda parte) y que hay que cuidarlo. Supongo que todos los padres que han ido al cine vieron en su día “Pocahontas”, pero no he oído muchas quejas al respecto al salir del cine.

3) Argumento plano y sencillote.
Los buenos contra los malos. El malo que se hace bueno. Y, sobre todo, los buenos que no tienen ninguna posibilidad de ganar pero que ganan.
Se me ha argumentado que se trata de dar un final feliz de cara al público infantil, pero no me convence esta idea. En primer lugar, porque a algunos de los niños que veían la película les costaba comprender por qué el protagonista se metía en una cabina y por qué, cuando estaban viendo flores exuberantes y animales multicolores, de repente sacaban el tema del laboratorio. Es decir, que muchos niños, de pequeños que eran, no llegaban a comprender lo que ocurría en la película. Quizá porque esos mismos niños pequeños para los que se crea el final feliz no son el público principal para el que se ha creado esta película.
En mi opinión, muchos niños que sí que comprendieron la película serían también capaces de comprender por qué no pueden ganar los buenos. Aunque las batallas con final feliz gusten a muchos, a mí me pareció un absurdo teniendo en cuenta tantos casos reales en los que se aplasta la naturaleza y el entorno de las tribus para conseguir un bien económico. La
historia está plagada de ejemplos y, sin embargo, no encuentro un caso en el que “los malos” desistiesen de su empeño.
Aún así, salvando el tema del final de la película, ¿qué ocurre con todo lo demás?
Recuerdo que cuando empezó la película confundí lo que estaba viendo con otro trailer. Y pensé: “Quiero ver esa película, Pandora”. Me fascinó la idea que se presentaba al principio de la película, las naves, el 3D... Pero cuando quise darme cuenta estaba viendo “Avatar”. Eso me vino bien, porque había ido al cine con desgana. Pero luego la ilusión volvió a desaparecer: un chico minusválido aceptaba una misión para infiltrarse entre los Na’vi y así conocerlos, mientras que, por otra parte, el que se convierte en su superior militar le pide que descubra sus secretos para poder convencerlos de que abandonen el lugar que habitan o, al menos, para poder invadirles sin grandes problemas.
Se ha expuesto también muchas veces la idea del invasor que se pone del lado del invadido, que se solidariza con él y comprende su posición. Y no es tanto la repetición de ideas como la sencillez de la narración lo que hacen perder puntos a la película:
¡Pobres alienígenas, que se quedan sin casa, ellos que son tan buenos! Y de ahí no salimos.

4) La duración. Excesiva.
De nuevo ataca la moda de alargar las películas lo máximo posible. ¿Será una conspiración para averiguar cuánto se puede permanecer sentado en un espacio más o menos pequeño y sin hablar? Porque no comprendo por qué cuando una película está terminada, cuando una película tiene ya el argumento cerrado y no necesita más giros ni rimbombancias, se opta por volver a repetir una secuencia entera.
Es el caso de “Avatar” cuando, tras un primer ataque de los humanos y una primera expulsión del lugar en que viven los Na’vi, se les vuelve a atacar en el segundo lugar que se instalan. ¿Por qué no una única batalla?
La película podría haber acabado después de la primera batalla, con la masacre de los Na’vi.
O, si se prefiere, sin haber primera batalla y colocando en su lugar directamente la batalla final, en la que la naturaleza (y lo que podríamos llamar “dios”, lo siento, no recuerdo el nombre de esta entidad en la película) interfiere a favor de “los buenos” y son los humanos los vencidos.
Una sola batalla y mi trasero y mi nariz lo habrían agradecido

5) El Coronel Miles Quaritch, cual
Bryan Fury inmortal.
Si hay algo que me saca de mis casillas, son los personajes inmortales. El Coronel Miles Quaritch, sin duda, debió de ser campeón de natación en su juventud. En al menos dos ocasiones, sale al exterior sin máscara y aguanta la respiración todo el tiempo necesario para no morir respirando el aire de Pandora. Por ejemplo, presa de un enfado, abre las compuertas de uno de los hangares y, mientras el resto de compañeros corren a coger sus máscaras, él sale al exterior, dispara, etc., hasta que se refugia del aire de Pandora.
No critico que cuando la nave en la que viaja es disparada y literalmente agujereada por los Na’vi las personas que viajan en su interior no mueran asfixiadas (sería demasiado criticar la película por un simple fallo de guión), sino que este hombre es prácticamente inmortal.
Es como cuando vi "
Halloween H20": el asesino atacado con un hacha, atropellado, después de caer por un terraplén, etc. ¿Alguien se planteó si cada vez que volvía era para atacar o realmente para que alguien le diese el descanso eterno?
Pues al Coronel le sucede algo parecido: manejando un robot mortífero, aguanta la respiración cuando es atacado por Jake Sully y continúa combatiendo...

6) La cara de
Sigourney Weaver. ¿Por qué no está retocada como la del resto del reparto?
No sé si se trata de una cuestión de contrato, pero es un detalle que no me gustó. Mientras el parecido entre los actores y sus avatares está bastante suavizado, a Sigourney Weaver parece que simplemente le han pintado de azul y le han levantado un poco el tabique nasal a la altura de los ojos. Creo que esto le quita realismo a su avatar, mientras que el de Sam Worthington, conservando las gesticulaciones humanas, es totalmente creíble.

>> Argumentos a favor

A pesar de que los puntos “en contra” cinco y seis son percepciones muy personales y poco válidas a la hora de argumentar que una película sea mala, veo que son cuatro puntos en contra y sólo tres a favor...

1) Credibilidad de los “muñecones azules”.
Por una vez, los alienígenas no son gorditos verdes con antenas. Es más, ¡no son verdes! Porque los alienígenas, todo el mundo lo sabe, pueden ser grises
o verdes pero, sobre todo, ¡verdes!
La verdad es que cuando vi el anuncio por primera vez me dije: “¿esto es lo que todo el mundo está loco por ver?” Y, frunciendo el ceño, pensé que eso de los extraterrestres azules no se lo tragaba nadie. Pues, sí señores, ¡es totalmente creíble!
La verdad es que cuando vemos por primera vez las recreaciones de los Na’vi en el laboratorio, cuesta un poco creer en lo que se ve. Son demasiado grandes, desproporcionados, y se encuentran en un entorno que les es totalmente ajeno (camillas, mascarillas, sueros...). Al rato, cuando vemos a otros dos jugando al baloncesto con bermudas ajustadas a esas piernas excesivamente largas, tampoco se ve natural. Es, como siempre, la humanización absoluta de lo desconocido, como si el hombre fuese el centro de todo y el mundo (hasta el ficticio...) tuviese que estar hecho a su imagen y semejanza. Después de tan sólo un par de escenas de los Na’vi en el verdadero entorno de Pandora, se olvidan las colas de esas criaturas, sus miembros excesivamente largos, sus ojos ligeramente bizcos, su pelo extremadamente negro. Enseguida se da por válido lo que se está viendo y eso es lo que hace realista la película. Igual que Sully, el espectador ve el mundo que ven los Na’vi a través de sus ojos.

2) Correcta introducción de la ciencia ficción dentro de película infanto-juvenil.
La película ofrece ideas interesantes acerca de la realidad virtual y, además, hilvana muy bien todo lo que ella supone en la trama: horarios de descanso, alimentación, heridas sobre el avatar o sobre el que lo maneja, etc. Creo que no se ha dejado ningún cabo suelto y que, por ello, una idea que podría parecer descabellada se nos presenta como algo totalmente normal.
Siempre me han gustado películas como “
Gattaca” o “La isla”. Y pocas películas han logrado un entorno de ciencia ficción tan realista como ellas y, aún menos, pocas películas han logrado una credibilidad tan grande como “Avatar” presentando un universo tan ficticio y tan poco explicado al mismo tiempo. Lo que quiero decir es que, a pesar de que son muchas horas de trabajo las que hay detrás de la película y de que no se nos dan todas las claves mascaditas mientras la vemos, se nota ese trabajo en el resultado final. Otras películas necesitan “haber leído” o “haber visto” otros productos antes de visionarlas para poder entenderlas y, en cambio, son enormemente elogiadas y se convierten en películas de culto. Tal es el caso, por ejemplo, de “Akira”.

3) Belleza de los paisajes.
Me parece muy loable la creatividad que ha habido a la hora de presentarnos un mundo tan distinto y a la vez tan parecido al nuestro. Bebiendo de las selvas amazónicas, de las tribus “no civilizadas” o del legado prehistórico de los dinosaurios, se ha ideado un universo entero en el que fauna y flora tienen un aspecto muy especial y también muy reconocible (me figuro que esto también será muy positivo a la hora de vender merchandising).
De nuevo, como fanática de los dinosaurios, me entusiasmó el diplodocus-escarabajo, que es lo que parece ese animal que embiste a Jake Sully y que aparece en la lucha final contra los humanos. Y los perros salvajes que atacan a Sully por la noche son realmente terroríficos...
Tampoco hay que despreciar el aspecto felino y la mirada de ciervo de los Na’vi. De algún modo, al mismo tiempo que se nos da un punto de partida familiar en la imagen humana, luego se distorsiona hasta crear algo nuevo y bastante rompedor.
Pero creo que lo que de verdad ha gustado es el paisaje nocturno de Pandora. Después de la “puesta de sol” y de unos momentos de oscuridad, toda la flora se llena de colores fluorescentes que iluminan el planeta durante la noche. Los insectos que se mueven como molinillos de viento, las plantas que desaparecen el tocarlas, las semillas del árbol de la vida flotando por doquier... Un lugar maravilloso para visitar virtualmente.
Enlazando con esto está la forma en que se ha interpretado la conexión entre los elementos de la naturaleza: todos los seres vivos tienen unos filamentos que pueden conectar con los de los demás, de modo que se da una comunicación telepática muy directa. Así, no es necesario domesticar a los animales, se puede tener empatía y conocer los sentimientos de las plantas, etc.

4) Enseñanza de valores morales. Por ejemplo, el respeto a la naturaleza o a la vida y la superación personal.
Como en “
Buscando a Nemo”. Aunque me han dicho mil y una veces que el valor de esta película es enseñar que con esfuerzo uno puede valerse por sí mismo (a pesar de tratarse de un pececito con una aleta más pequeña de lo normal y con un padre super protector), no creo que esta moraleja haga buena a la película. Será buena por el humor, la animación, etc. (aunque a mí me pareció una película bastante aburrida).
Pero ese no es el caso de “Avatar” porque esta película, en el fondo, es bastante más compleja que la historia de Nemo. Aún así, las moralejas pueden quedarse en un valor añadido en una película que también ven niños pequeños: a mí no me parece un punto especialmente a favor de la película, simplemente una conclusión positiva del argumento.




>> Argumentos a favor y en contra

3D. Una película muy valiosa por sus avances tecnológicos pero, ¿dará la talla sin 3D o en DVD? Muchas veces, los admiradores de los efectos especiales gritan a los cuatro vientos que “ésta (por cualquiera) es una película para ver en el cine”.
Desde luego, el trailer de televisión de “Avatar” dejaba mucho que desear. Ese realismo de lo fantástico no se percibía y, sin embargo, en la sala de cine se palpaba. El sonido envolvente que nos acercaba el chirrido de los insectos y las hojas que parece que van a caer sobre el público: ¿no tiene valor? Por supuesto que lo tiene, tiene un valor enorme.
Pero es el valor que tiene también el teatro de aquellos actores que te hacen saltar o llorar en tu butaca, el teatro de aquellos actores que interactúan con el público. Si vemos el teatro grabado en casa... ¿qué nos queda realmente de la esencia de esa obra?
Cierto que en el cine ciertas películas se ven espectaculares pero, en casa, ¿“Avatar” será buena o sólo mediocre?

¿Hasta qué punto se puede llegar a valorar una película por sus avances técnicos? ¿Es esa la única unidad de medida válida para ciertas películas?

Me reitero en mi idea de que la base de una buena película se sustenta sobre un buen argumento, unos buenos diálogos y una buena interpretación. La película flaquea en los dos primeros puntos. Y, si este triángulo no es potente, no importa la acción ni los efectos especiales: son valiosos, pero no esenciales para una buena película.
¿Valoraríamos igual una película de época en la que el vestuario fuese maravilloso pero el argumento fuese un coñazo intragable?
En cambio, se valora (y valoro) “
Dogville”, donde no hace falta ni escenario porque la base de la película es muy sólida. Otro día hablaré de esta película.