sábado, 30 de enero de 2016

Macadamia, una Blythe muy “ecléctica”

Hace tiempo compré un pack de muñecas Blythe porque eran una “oferta” y no me pude resistir. Se trataba de Nicky Lad, con el pelo corto y gafas (me encantaba la combinación y no tenía ninguna muñeca ni con lo uno ni con lo otro), y de Bohemian Peace, que no me gustaba tanto pero me parecía aceptable al tratarse de un pack a buen precio.
Con el tiempo, y dado que quería arriesgar bastante con esta customización, decidí que sería Bohemian Peace la indicada. Tardaría casi dos años desde que busqué inspiración, trabajé en los bocetos, nos pusimos a trabajar en el trabajo manual (porque siempre somos dos… mi chico tiene mucha paciencia) y finalmente con el maquillaje, el peinado y el vestido.
Hace tan sólo un mes acabé vendiendo a Nicky Lad, a la que había bautizado como California, y no sin pena. Pero ya eran cinco muñecas y tampoco quiero tenerlas guardadas.

Volviendo a la customización, siempre me habían llamado la atención las muñecas del Día de los Muertos que veía por ahí. La verdad es que hay gente que hace auténticas maravillas. Y, por otro lado, hay muchos estilos. Fue muy difícil decidirme e hice varios bocetos sobre papel, con lápices de colores, para simular distintos motivos y acabados.



Al final me acabaría decantando por un acabado relativamente sencillo pero al mismo tiempo folclórico. ¿Cómo es posible? Pues porque me parecía muy complicado pintar alrededor de los ojos con acrílicos, ya fuesen motivos abstractos, hojas o flores, y que no quedasen asimétricos. En ese sentido, me decidí a hacer un sombreado con pasteles como el del resto de mis otras muñecas. Pero, por otro lado, la flor de la frente fue al final una rosa bastante llamativa y mucho menos esquemática que las margaritas o las flores de acabado geométrico que había visto por ahí la mayor parte de las veces.

Como siempre, la primera parte es desmontar la cabeza con mucho cuidado de conservar todos los tornillos y haciendo fotos del proceso para saber qué va dónde a la hora de volver a montarla. En mi caso, la pobre estuvo desarmada meses así que, efectivamente, mucho cuidado con cómo y dónde se guardan las piezas porque puede surgir cualquier imprevisto que paralice el trabajo. Sólo decir que Bohemian Peace es una RBL, así que el tutorial para desmontar a Geraldine es válido también para esta muñeca.


Después de desmontarla, procedería a lijar la carita. Como siempre, una lija muy muy fina (medida superior a 1000), en pedacitos pequeños, y algodón húmedo cerca para ir retirando los restos de lija. El lijado mejor leve y en círculos, aunque haya que pasar la lija varias veces.

A los pasos habituales, hay que añadir aquí el pintado de la cara de color blanco. Imagino que la gente lo suele hacer con pintura acrílica u otras pinturas, pero normalmente con pincel. Yo tiré por el pastel, ya que no lo uso mucho y quiero sacar más partido a este regalo que me hicieron unos amigos. Hay que ir dando varias capas, retirando el sobrante y quitando los posibles bultitos. No quedará nunca uniforme, hay que contar con ello. Primero, porque el pastel no cubre totalmente la superficie. Y, segundo, porque el acabado será rugoso y tendrá cierto aire de imperfección. Entre capa y capa, de vez en cuando, también conviene ir aplicando capas de matizador / fijador. Yo uso Mr. Super Clear Flat. Acabo de ver que por fin hay tiendas españolas que lo venden, cosa que facilita muchísimo el trabajo. Y el precio tampoco está mal.



Después de la cara, viene el trabajo con los ojos, probablemente el más costoso de todos. Remito de nuevo al tutorial de Geraldine para recuperar los trucos de cómo hacer “sleepy eyes” (que los ojos se mantengan cerrados), para cambiar los “eye chips” (iris) y para retirar las pestañas.

Yo recopilé todos los eye chips que tenía por casa, todas las pestañas postizas y algunos abalorios para ver cuáles de ellos funcionaban mejor juntos. Tras quitar las pestañas y pintar los párpados (en este caso, sí, con acrílico), realizamos todo el proceso de cambio de eye chips. En uno de los pares, pinté las pupilas de rojo y, al final, ¡resultó el mejor par de ojos de la muñeca!


Una vez cerramos la cabecita, trabajé en el peinado. Primero hice varias trenzas en la parte delantera del pelo, insertando de vez en cuando una pequeña calavera, y después hice dos moños grandes, uno a cada lado de la cabeza, que rodeé con las primeras trencitas. Al bordear dichas trencitas la cara de la muñeca, colgué de ellas los abalorios dorados. Y, sobre uno de los moños, coloqué una mosca. El resultado no es el más significativo de lo que es el Día de los Muertos, pero estoy encantada con mi última muñeca.


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