martes, 30 de enero de 2018

Netflix: cajón de sastre ¡y buenos resultados!

Porque siempre hay una segunda parte y, en este caso, sí, la segunda parte va a ser mucho mejor que la primera.
De nuevo, un batiburrillo de series emitidas por Netflix a las que les une, en esta ocasión, que me han gustado bastante.

Orange is the new black
A pesar de que la última temporada (hay que tener en cuenta que veo las series dobladas, es posible que hayan emitido alguna más en EEUU) me pareció un poco floja, tanto por la trama principal como porque las historias de cada una de las presas son cada vez menos interesantes y cada vez se profundiza menos en ellas (un auténtico chasco la historia de Boo), es una serie muy buena.
Que Piper (Taylor Schilling) sea repelente y odiosa es casi normal. Se me ocurren un puñado de series cuyo protagonista es lo peor que tienen ("Cómo conocí a vuestra madre" o "Anatomía de Grey", entre otras).
En la primera temporada es interesante ver como la vida de una persona bien posicionada, que cometió un delito en el pasado, no es juzgada y sentenciada hasta diez años después, de forma que su vida y sus planes se ven truncados de la noche a la mañana. No le queda más remedio que descubrirse ante sus padres y su prometido y reconocer un pasado sorprendente. Primero, por el tráfico de drogas y, segundo, por una relación lésbica que mantuvo en el pasado y que resurge en la cárcel.
Aparte de esta línea principal, con Piper entrando en la cárcel y conociendo a gente con la que jamás ha contactado en "el mundo real", mujeres procedentes de guetos, muchas de ellas analfabetas, tenemos la narración de las historias de cada una de las presas.
Esas historias suceden dentro (hoy) y fuera (en el pasado) de la cárcel.
Se descubre lo oscuro de la vida carcelaria. El tráfico de mercancías dentro de prisión (no sólo de drogas), el abuso por parte de los funcionarios (a nivel sexual pero también al aplicar distinto trato y castigo según a criterios nada objetivos y sobre los que ellas no tienen derecho a opinar), los tejemanejes políticos y la situación de desamparo dentro de la cárcel que, como ya sabemos, tiene poco de reinserción y mucho de "esconder al que estorba".
Hay personajes con historias entrañables y tristes, como Suzanne Ojos Locos (Uzo Aduba) o Taystee (Danielle Brooks). La una, una niña adoptada con un cierto retraso madurativo que la hizo sentirse marginada, imponiéndose su lado impulsivo y agresivo. La otra, una huérfana que nunca encontró padres adoptivos y que fue utilizada durante toda su vida por una mujer que se aprovechó de esa carencia emocional. Como ellas dos, muchas otras en la serie aparecen como carne de cañón para la cárcel, ese tipo de personas cuyas circunstancias las barren y les impiden desarrollarse de una forma que no implique delinquir.
También hay asesinas, atracadoras, etc.
Entraría en las vidas de cada una de ellas para desentrañar los secretos y vicisitudes de Red, Doña Rosa, Nicky... Pero no acabaría nunca. Es precisamente por eso, por la forma en que consiguen que amemos a cada personaje (incluso a Pensatucky), que decepciona ver el tratamiento que se da a otras historias a medida que avanza la serie. Es tan superficial la narración que a veces ni llegamos a saber por qué están realmente esas mujeres en la cárcel.

Cómo defender a un asesino
Mucho más comercial que las dos series anteriores por su estética y ritmo, me pareció un gran descubrimiento.
Llevaba tiempo viendo anunciado el estreno en AXN de la que realmente era la segunda temporada de esta serie. Estaba convencida de que sería algo parecido a "El abogado", que en sus tiempos me gustó mucho, aunque en casa creían que más bien sería el enésimo CSI (y sus primos "Caso abierto" o "Mentes criminales", entre otros).
Cuando me decidí a verla, me sorprendió ver que la historia empezase en la universidad. La profesora era precisamente una abogada a la que yo daba por abogada defensora y resultaba ser profesora. Al poco tiempo, vi que efectivamente también ejercía cómo abogada defensora. Lo que ni de lejos podía intuir era que esta sorpresa era ridícula dado lo rocambolesco de la historia que pronto daría comienzo.
La abogada, Annalise Keating, magníficamente interpretada por Viola Davis (a la que ya adoré en "Criadas y señoras"; ¡sí, absolutamente camaleónica, es la misma mujer!), trabaja con dos ayudantes, Frank y Bonnie, en su despacho. Después, elige a cinco estudiantes de su clase como "becarios" (cuasi esclavos): Castillo (descendiente de una familia latina muy rica), Michaela (niña pija, comprometida desde hace mucho tiempo y muy remilgada), Connor (gay, hiper sexual y sin ningún tipo de escrúpulos), Asher (el estúpido y engreído hijo de un afamado juez) y Wes (el "chico pobre" buena gente que parece el preferido de la profesora).
Y al poco de comenzar la serie vemos que el marido de Annalise, Sam, es asesinado en su propia casa y después que son cuatro de los estudiantes (se queda fuera Asher) los autores del crimen.
En cada capítulo se presenta y a veces (no siempre) se resuelve un caso en el juzgado. Mientras tanto, avanzan las relaciones entre los personajes (descubrimos el pasado de Frank y Bonnie, hay líos de cama entre becarios y ayudantes, hay infidelidades a mansalva, pasados oscuros - homosexualidad, niños perdidos, etc. -) y se van dando pinceladas a modo de flash back de lo que ocurrió la noche del asesinato de Sam, las horas previas, los días anteriores...
Uno cree que está a punto de desenmarañar el ovillo cuando, temporada tras temporada, salen a la luz otros secretos que dan explicaciones extra o alternativas a lo que acabamos de visionar. Y, además, la mente privilegiada de Annalise se encarga de ir enredando más y más la madeja para que nadie pueda escapar y para que nadie se vaya de la lengua.
¿Enrevesada? Sí. ¿Exagerada? Sí. ¿Imposible? Sí. Pero absolutamente adictiva. Además, pese a semejantes tejemanejes y enredos, no he encontrado ni un solo fallo a la historia.

Unbreakable Kimmy
Una comedia ligera y bastante absurda pero que resulta entretenida y, lo que es más difícil, no decae a medida que avanzan las temporadas.
La serie parte del momento en que Kimmy y otras TRES mujeres son liberadas de un bunker en el que un "sacerdote" creador de su propia celda las mantuvo secuestradas durante años. Al ser apenas una niña preadolescente cuando fue raptada, Kimmy pasa bajo tierra y sin contacto con el mundo exterior precisamente los años en los que se forma la personalidad y descubre el mundo.
Es por ello que es una persona ingenua, infantil y crédula. Pero, ante todo, es buena persona. No sabe guardar rencor y siempre está dispuesta a ayudar.
Cuando es liberada, decide que tiene que mudarse a Nueva York y empezar su nueva vida.
Dentro de todo este absurdo, me quedo con el personaje de Titus Andromedon, irreverente a más no poder. Sí, soy fan de este tipo de personajes, pero es que realmente no lo puedo evitar. Acabo copiando hasta sus frases y gestos más ridículos. Aparte de su afición por las Barbies, por peinarlas cuando se pone nervioso o por las lentejuelas cutres del chino, me quedo con su videoclip "Peeno Noir".

No hay comentarios: